Un diseño contemporáneo, minimalista y con una fuerte personalidad.
Su perfil arquitectónico, de líneas simples pero expresivas, permiten albergar en su cubierta los paneles solares que abastecen la vivienda, en busca de un impacto energético más reducido y sostenible. Toda la cubierta de la Villa Campo conforma un magnífico solarium de casi 200 metros cuadrados, desde el que disfrutar de unas vistas espectaculares al golf, la sierra circundante y el campo infinito de fondo.
Respecto a los interiores de la villa, sus 195 m2 discurren en una única planta que se asoma a la piscina, al borde del campo de golf.
Los techos altos generan un espacio vertical lleno de luminosidad y amplitud, que proporciona al habitante sensaciones relajantes y de libertad. El techo abuhardillado sobre un ventanal corrido, permite el paso de un gran haz de luz sobre la estancia, que parece abrirse al cielo.
La cocina integrada en la misma zona está concebida para hacer de la misma un espacio también de ocio, donde disfrutar de las vistas y la compañía a la vez que se realizan las tareas de cocina. Desde la zona de living, cuerpo principal de la vivienda, se puede acceder directamente a las cuatro habitaciones que flanquean la misma, consiguiendo que cada una de ellas sea un espacio exterior desde el que contemplar el jardín o las vistas. Los ventanales infinitos parecen abrir la vivienda al exterior, confluyendo paisaje e interiorismo en cada estancia.